Cuando recuerdo el amor que sentía me entran ganas de llorar. Todo era como un sueño... Yo te quería y, supuestamente, tú a mí tambien. Una tarde de las de siempre: quedar, reír, pasar el rato... fue cuando por primera vez sentí ese cosquilleo en la barriga, cuando supe que te quería solo a tí.
Cansada de aguantar inviernos que no acaban, amores que se gastan.. Un día se lanzó a buscar un país, un lugar, donde todos los sueños no se hicieran pequeños y durarán mucho más. Dejaba tras de sí mil cuentos de princesas de historias de esas con un final feliz. Buscaba el primer día del resto de su vida. Borrón y cuenta nueva, eso le escuché decir. Se fue con su maleta de ilusiones repleta, de proyectos a medias, de ganas de empezar, de fuerza de voluntad. Nada más llegar te quisiste ir. Pensaste que esto no era para ti. Llorabas pidiendo seguir adelante, borrar el pasado, pintar un instante. El sueño terminó pero no quiso despertar. Se pasaba las horas tras la barra de un bar. A las doce agotada termina la jornada pero aún le quedan fuerzas para barrer y fregar.
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