Supongo que el mundo está lleno de cosas malas, tal vez superen a las buenas, y son cosas a las que tenemos que acostumbrarnos día a día, y aprender a vivir con ellas. Probablemente sería imposible si en el camino estuvieses solo, pero al menos tienes a tu lado a personas que hacen que la vida sea más fácil, la llenan de color y todo lo negativo lo vuelven positivo. Que son de verdad, que están ahí para todo, que no te dan la espalda cuando necesitas un hombro en el que apoyarte. Que te hacen reír aunque todo vaya mal, son capaces de dar lo que haga falta para solucionar tus problemas, desde el día que te conocen cuando te sentías insegura y débil, te sonrieron y te cogieron la mano. Esas personas que están lejos pero tú les sientes cerca, que tienen una sonrisa para ofrecerte cuando tú sólo tienes ganas de llorar. A esas que no las tienes día a día pero que sientes que lo único que quieres es estar con ellas, poder verles la cara día a día y compartir millones de momentos. Esos que te llenan, que hacen tu vida más bonita con su alegría y su buen humor. Esos que una vez que los conoces sabes que si ahora se van, no podrías seguir adelante porque son tu principal motivo por el que sonreír.
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