Es muy facil llorar. Si te sientes mal, no tienes que hacer ningun esfuerzo para que te salgan las lásgrimas, ya salen ellas solas. Sin embargo, reir cuando estás mal, es algo mucho más complicado. A casi nadie le sale porque casi nadie lo intenta. Puede resultar contradictorio reir cuando de lo que se tiene ganas es de llorar, pero es... como un reto, como demostrar que a pesar de todo, siempre hay algún motivo para ser feliz.
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