sábado, 19 de abril de 2014

Si de algo me arrepiento es de haberme arrepentido.

Arrepentirse de haber hecho algo suena un tanto hipócrita porque en algún momento, en tu mente, has querido hacerlo. Yo no usaría la frase "me arrepiento de haber hecho tal cosa", sino "las cosas no eran lo que parecían" o "no me esperaba que fuera a pasar eso".
Hay millones de cosas que queremos hacer a lo largo de nuestra vida, pero que después de hacerlas, nos damos cuenta que han sido una pérdida de tiempo. Pero no todo es así.
Esa copita de más que te llevó al desastre, ese chico con el que "tonteaste", esa película tan mala que viste, ese amigo que resultó no serlo, esos pantalones que en la tienda pensabas que te quedaban tan bien, esos 5 minutos más patinando que acabaron en tremendas agujetas, ese día que no querías salir y debiste no haberlo hecho.., ese dinero tan valioso que gastaste en un móvil que no era para tanto, ese rayonazo que le hiciste al coche por no haber parado y vuelto a aparcar.. y un infinito etcétera.
La vida y la rutina están repletas de decisiones, que no son tan simples como escoger entre macarrones o espaguettis para comer, y no siempre tenemos que saber qué elegir. La mayoría de las veces nos arrepentimos de haber tomado una decisión pero no nos damos cuenta de que si hubiéramos escogido la contraria también nos estaríamos equivocando. No todas las decisiones tienen que ser correctas, ni todas las consecuencias perfectas. Nadie ha nacido sabiendo qué tenía que hacer en cada situación y, por eso, yo no me arrepiento de absolutamente nada.
El tiempo es demasiado valioso como para malgastarlo en arrepentimientos. Has sufrido por amor, ¿y qué? La próxima vez no caerás en las mismas trampas. Has hecho el ridículo delante de mucha gente, ¿qué más da? Te darás cuenta de que esa gente no sirve para nada. Es el primer año de universidad, no te gusta nada lo que estás estudiando ¿y te deprimes? Será mejor darse cuenta nada más empezar y perder solo un año, que acabar la carrera y vivir toda la vida haciendo algo que odias.
Al fin y al cabo NO SIRVE DE NADA ESTAR VIVO SI NO VIVIMOS NUESTRAS VIDAS.
Todos tenemos sueños que son, eso, sueños modelados en nuestra imaginación. Solo porque algo no haya salido cómo esperábamos no significa que tengamos que darnos por vencidos y mandarlo todo a la mierda. Caer es opcional y levantarse, obligatorio. Todo esto quiere decir que cada uno tiene que perseguir sus metas, sus ideales, sus sueños... A sabiendas que a la fuerza ni los zapatos entran.