Dicen que el amor de verano es fugaz, pero, a veces, lo que comienza como un tirar puede conducir a algo serio. Un simple viaje a la playa es todo lo que se necesita para despejar nuestras mentes y abrirnos los ojos y escribir un nuevo fin para una vieja historia.
Están aquellos que se quemaron por el calor, sólo quieren olvidar y empezar de cero. Mientras que hay otros que quieren que ese momento dure para siempre, pero todo el mundo puede estar de acuerdo en una cosa: el moreno se pierde y las luces se oscurecen y todos acabamos artos de la arena en nuestros zapatos pero el fin del verano es el principio de una nueva temporada, así que, terminamos mirando hacia el futuro.
miércoles, 28 de septiembre de 2011
lunes, 26 de septiembre de 2011
viernes, 23 de septiembre de 2011
No pain no gain.
¿Ganar, es la única manera de ganar? Parece una pregunta complicada pero no lo es. Quiero decir ¿la única manera de ganar es ganando?
¿Cuándo uno pierde la inocencia gana algo? Quiero decir ¿cuándo perdemos la inocencia no ganamos en sabiduría, no ganamos en autodeterminación?.
¿No ganamos cuando perdemos el miedo? Mis queridos amigos cuando digo perdemos el miedo no digo tener una confianza ciega en que vamos a ganar siempre, sino perder el miedo a perder, de eso se trata.
Y es verdad eh, a veces hace falta un poco de locura para ganar algo.
A veces perder el control es la única manera de ganar libertad.
Si yo te digo ‘perder la ilusión’ ¿ganamos algo perdiendo la ilusión?
A veces hay que perder la esperanza, perder la ilusión, para que nazcan cosas nuevas. Y parece que fuera el fin de todo y en realidad puede ser el comienzo de algo mejor. De lo que se trata es de perder el miedo a perder, porque a veces perder es la única manera de ganar.
Un iluso es alguien que se cree cualquier cosa ¿o no? La ilusión es una burbuja. Hay que romper esa burbuja.
Cuando perdemos la ilusión y enfrentamos la realidad al menos somos más honestos, y tal vez quien sabes la realidad nos da una grata sorpresa. Pero lo que es seguro es que la ilusión nunca nos va a dar lo que promete.
Soñar es querer cambiar una realidad, la ilusión es negar la realidad. La desilusión no es otra cosa que una bofetada que nos da la realidad, nos dice "eh, no seas tonto, las cosas son como son".
La ilusión nos hace creer que se puede sacar algo de la nada.
Bueno, y una vez que hayamos perdido la ilusión, que nos hayamos despedido de ese mundo ideal, agarramos la realidad con las dos manos y decimos "Bueno ¿y ahora que hay que hacer?"
Ahí donde terminó la ilusión empieza la vida de verdad, y cuando ya estemos desilusionados soñemos en grande con el mundo que queremos y por el que vamos a luchar. Hay que perder la ilusión , porque ahí perder es ganar.
¿Cuándo uno pierde la inocencia gana algo? Quiero decir ¿cuándo perdemos la inocencia no ganamos en sabiduría, no ganamos en autodeterminación?.
¿No ganamos cuando perdemos el miedo? Mis queridos amigos cuando digo perdemos el miedo no digo tener una confianza ciega en que vamos a ganar siempre, sino perder el miedo a perder, de eso se trata.
Y es verdad eh, a veces hace falta un poco de locura para ganar algo.
A veces perder el control es la única manera de ganar libertad.
Si yo te digo ‘perder la ilusión’ ¿ganamos algo perdiendo la ilusión?
A veces hay que perder la esperanza, perder la ilusión, para que nazcan cosas nuevas. Y parece que fuera el fin de todo y en realidad puede ser el comienzo de algo mejor. De lo que se trata es de perder el miedo a perder, porque a veces perder es la única manera de ganar.
Un iluso es alguien que se cree cualquier cosa ¿o no? La ilusión es una burbuja. Hay que romper esa burbuja.
Cuando perdemos la ilusión y enfrentamos la realidad al menos somos más honestos, y tal vez quien sabes la realidad nos da una grata sorpresa. Pero lo que es seguro es que la ilusión nunca nos va a dar lo que promete.
Soñar es querer cambiar una realidad, la ilusión es negar la realidad. La desilusión no es otra cosa que una bofetada que nos da la realidad, nos dice "eh, no seas tonto, las cosas son como son".
La ilusión nos hace creer que se puede sacar algo de la nada.
Bueno, y una vez que hayamos perdido la ilusión, que nos hayamos despedido de ese mundo ideal, agarramos la realidad con las dos manos y decimos "Bueno ¿y ahora que hay que hacer?"
Ahí donde terminó la ilusión empieza la vida de verdad, y cuando ya estemos desilusionados soñemos en grande con el mundo que queremos y por el que vamos a luchar. Hay que perder la ilusión , porque ahí perder es ganar.
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This is the life,
Viendo y leyendo.
domingo, 18 de septiembre de 2011
Quizás los amores de verano sean fugaces, quizá sean sólo cosas pasionales y causadas por el aburrimiento, la monotonía y las ganas de conocer gente nueva pero, aunque no lo parezca, llegan tan hondo como cualquier otro. Todos decimos que el verano es para ir a por todas, para pasárselo genial, para estar con uno cada sábado.. pero lo que no decimos es lo que realmente pasa, que lo único que queremos es olvidarnos de él. Ese hombre tan súper mono que te trata como nadie nunca lo había hecho, que te considera una persona inteligente, que cuando te ve no hace como si no fueras nadie, es más, te presenta a sus amigos.Porque sólo una mirada basta, solamente un momento para darte cuenta de que esa persona brilla más que nadie, que tiene ese "algo" que hace que no puedas dejar de mirarla. Pero al final, lo más simple es lo más fácil.
"Que lo mejor es ir de flor en flor, pues no da dolor, y es que el que no guarda amor luego no guarda rencor contra si mismo."
Por ser como siempre (las 6) mientras todo cambia,
No sé por qué pero me acaba de dar una venada de exaltación de la amistad y todas esas cosas.. así que me he visto obligada a escribir esto. Quería darles las gracias a ellas, a esas amigas con las que compartes tardes enteras y con las que, simplemente yendo a un prado a hacer el tonto, te lo pasas genial. Vale que seamos 6 y que puede que alguna se lleve mejor con otra y haya "subgrupos", pero para mí siempre seremos 6, nosotras 6. Porque cada una te aporta una cosa distinta. Una te aporta felicidad porque está siempre riéndose, otra te da consejos y te ayuda siempre que puede, con otra compartes aficiones infantiles, con otra haces cosas que con nadie más te atreverías a hacer y con la última (pero no menos importante) vas a clase y es la típica amiga que lo daría todo por sus amigas, que nunca te dejaría de lado.
lunes, 12 de septiembre de 2011
It all make sense when I look into his eyes.
Mírame, date vuelta y mírame, date vuelta y vuelve por favor. Y aquí estamos otra vez, logrando que alguien te mire. Cuando quieres que alguien te mire no importa ninguna otra mirada, tú quieres esa mirada y ninguna más.
Pedimos a gritos desesperadamente que abran sus ojos y nos miren, que nos vean, que vean nuestro dolor y nos comprendan.
Hacemos enormes esfuerzos para no necesitar de nadie, para no necesitar de una mirada para existir. Pero somos esclavos de esa mirada, la necesitamos, como al aire. Hacemos cualquier cosa por atraer esa mirada, intentamos ponernos en el campo visual del otro, quisiéramos tener un reflector que nos ilumine, quisiéramos brillar para ser mirados.
Lo curioso es que los ojos que más nos obsesionan son los que no nos pueden mirar. Pero la mejor mirada no es la que se nos niega, sino esa mirada que no vemos, la que ignoramos distraídamente.
Esa mirada inesperada, fuera de todo cálculo, esa mirada que nos ve cuando no nos sentimos mirados y por lo tanto nos mostramos mejor. Una mirada capaz de atravesar la máscara y ver lo que hay detrás.
Es imposible que nos mire a una mirada vacía, vaciada. Pero lo queramos o no somos esclavos de esa mirada porque todos somos luces apagadas que sólo se encienden cuando alguien nos mira.
Pedimos a gritos desesperadamente que abran sus ojos y nos miren, que nos vean, que vean nuestro dolor y nos comprendan.
Hacemos enormes esfuerzos para no necesitar de nadie, para no necesitar de una mirada para existir. Pero somos esclavos de esa mirada, la necesitamos, como al aire. Hacemos cualquier cosa por atraer esa mirada, intentamos ponernos en el campo visual del otro, quisiéramos tener un reflector que nos ilumine, quisiéramos brillar para ser mirados.
Lo curioso es que los ojos que más nos obsesionan son los que no nos pueden mirar. Pero la mejor mirada no es la que se nos niega, sino esa mirada que no vemos, la que ignoramos distraídamente.
Esa mirada inesperada, fuera de todo cálculo, esa mirada que nos ve cuando no nos sentimos mirados y por lo tanto nos mostramos mejor. Una mirada capaz de atravesar la máscara y ver lo que hay detrás.
Es imposible que nos mire a una mirada vacía, vaciada. Pero lo queramos o no somos esclavos de esa mirada porque todos somos luces apagadas que sólo se encienden cuando alguien nos mira.
domingo, 11 de septiembre de 2011
Me, myself and I.
Hace tiempo que dejé de intentar gustarle o encajar con todo el mundo. Soy como soy. He cambiado, todos hemos cambiado: hemos madurado o la vida nos ha transformado. Si me quieres aquí estoy y sino seguro que hay más gente a la que tal vez si que le guste. Es una pena, pero tal vez no seamos almas gemelas. Aún asi ¿no es más divertida la diversidad? Yo ya lo he intentado, pero no se hacer milagros ni cambiar pensamientos,opiniones o ideas. Tal vez lo que ha cambiado es tu concepto de mí. Sólo tienes que aceptar el cambio porque yo creo que no es malo, son cosas típicas de la edad. Si en otras las aceptas ¿por qué en mi no?¿por qué te empeñas en sacarme todos los defectos?
jueves, 8 de septiembre de 2011
Bbrc
-¿Cuánto es lo bastante borracho?
- Buena pregunta. Ven aquí y siéntate. Te diré cuánto es lo bastante borracho. Bien, lo que aquí se ha planteado es cuánto es lo bastante borracho. Y la respuesta es que depende de las células del cerebro. Con cada vaso de licor que tomas acabas con cientos de esas células. Pero eso no importa mucho porque tenemos millones. Primero mueren las de la tristeza, así que estás sonriente. Luego mueren las del silencio y todo lo dices en voz alta, aunque no haya ninguna razón, pero eso no importa... no importa, porque después mueren las de la estupidez y hablas con inteligencia. Y por último, las células de los recuerdos... esas son difíciles de matar...
- Buena pregunta. Ven aquí y siéntate. Te diré cuánto es lo bastante borracho. Bien, lo que aquí se ha planteado es cuánto es lo bastante borracho. Y la respuesta es que depende de las células del cerebro. Con cada vaso de licor que tomas acabas con cientos de esas células. Pero eso no importa mucho porque tenemos millones. Primero mueren las de la tristeza, así que estás sonriente. Luego mueren las del silencio y todo lo dices en voz alta, aunque no haya ninguna razón, pero eso no importa... no importa, porque después mueren las de la estupidez y hablas con inteligencia. Y por último, las células de los recuerdos... esas son difíciles de matar...
sábado, 3 de septiembre de 2011
BLEM³D³R²A³N
¿Qué hay mejor que pasar el verano con tus amigos? Esos amigos que les dices a tus padres que sacan buenas notas. Esos amigos con los que pasas todas las tardes, esos amigos con los que bebes, esos amigos con los que te vas de viaje, esos amigos con los que le das a la cachimba, esos amigos que te traen regalos de donde van, esos amigos que te invitan a su pueblo, esos amigos que conoces mejor que a ti misma, esos amigos con los que no hay secretos, esos amigos por los que lo darías todo, esos amigos a los que quieres a pesar de todo. Esos amigos con lo que tarde o temprano terminarás por acabar pero que tienes la esperanza de que sea tarde, MUY tarde.
Even forever don't seem like long enough.
Even forever don't seem like long enough.
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