sábado, 25 de febrero de 2012

Debí escribirte hace ya tiempo o quizá no, lo único que se es que ya nunca te echaré de menos.

Hace mucho que no te escribo y espero no volver a escribirte nunca más.
Después de todo así acaba todo, hecho una mierda y ahora, 10 meses después, me atrevo a decirte todo lo que no te había dicho antes. Recuerda que una relación es cosa de dos, no de uno. Que si uno cae el otro debería caer también con él. Quizás ese fuera nuestro mayor problema, siempre teníamos que tener razón y el otro tenia la culpa de todo. Basándonos en nuestro orgullo fuimos construyendo una relación basada en.. nada. Es un comportamiento similar al de los niños pequeños, quieres lo que no puedes tener y cuando lo tienes lo dejas en una esquina y cuando llega alguien que lo necesita más que tú, en ese momento, dices que lo usas siempre pero cuando se va lo vuelves a tirar con desprecio para que siga tragando polvo.
Quizás en el fondo nuestros sentimientos nos han estado engañando todo ese tiempo porque si alguna vez hubiera habido algo no se iría así porque sí al aparecer otro juguete nuevo. Pero la vida es así, de los errores se aprende y yo, en cuanto a relaciones, la gente podría pensar que pase muchas cosas malas pero en realidad no, cada vez que había una "crisis" la dejábamos estar, sin arreglarla, simplemente dejándola pasar o cortando el problema de raíz. Porque es muy guapo decir que el otro tiene la culpa y que no hace nada bien

No hay comentarios:

Publicar un comentario